martes, 19 de abril de 2011

¡Bienvenidos al Seminario y Taller de Escritura!

A modo de "repaso", les cuento...
- En la primera clase comenzamos leyendo una serie de artículos reunidos bajo el título "Como escriben los que escriben", publicado por ADN Cultura, el suplemento de La Nación (disponible en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1274119).
Revisamos allí qué representaciones acerca de la escritura presentan tanto la revista como cada uno de los escritores entrevistados, todos ellos del ámbito de la literatura.
La primera propuesta de escritura fue, en no más de una carilla: 
Explicar qué representaciones sobre la escritura podemos pensar a partir de los textos leídos en clase y el diálogo compartido.
Esto lo trajeron a la segunda clase, leyeron algunos y los comentamos.
Para la próxima clase:
Escribir un protocolo de escritura del texto producido. En este caso será un "protocolo de recuerdo".
¿Qué es un protocolo de escritura?: Es un texto que se produce a posteriori de una tarea para registrar los pasos que se han seguido durante la misma. Permite identificar fortalezas y debilidades en el proceso. Según Gloria Pampillo, "el protocolo es un escrito de tipo metacognitivo posterior al escrito, cuyo objetivo es reconstruir narrativamente las operaciones que se realizaron para efectuar una tarea"; "registra la actividad de escritura de un sujeto realizada por el mismo sujeto”.
Es un texto, en este caso, en primera persona, contando en qué se pensó inicialmente, qué "vueltas" se dieron, cómo se inició la escritura, de qué materiales se echó mano, qué dudas surgieron, si se dejó o no "reposar" el texto, etc., etc. Es un hablar en voz alta consigo mismo para identificar los pasos dados.
Ejemplo de fragmento de protocolo (ojo, es solo un ejemplo, puede tomar mil formas diferentes!! y detenerse en minucias que luego no son tales...):
 
Frente a la consigna que me planteaba escribir un ensayo sobre las historias de vida recogidas, se abrieron muchos interrogantes en mi mente: ¿qué era un ensayo? ¿qué hipótesis plantearía? ¿cómo relacionaría la teoría con esa historia que me habían contado?, pero ante todo me pregunté ¿cómo lo escribiría?. La respuesta a estos interrogantes la hallé leyendo a Kovadloff: el ensayo es la franca opinión de alguien sobre algo, y debe ser envolvente y persuasivo. Desde este punto fue como comencé a ‘ensayar’. 
Nos vemos!

2 comentarios:

  1. Olvidé decirles: la lectura pendiente es el capítulo 1 de "La escritura y sus formas discursivas", de Alvarado y Yeannoteguy, capítulo 1, código 4213 en el Centro de Copiado UNQ.

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  2. Disculpen, este post quedó reubicado en un lugar diferente en la sucesión de entradas (verán que es del 22 de marzo) porque le incorporé hoy una etiqueta...

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